El protagonismo de la tecnología en los procesos de comunicación y la potencialización de las desigualdades en el acceso a Internet en Brasil

Resumen

El carácter de excepción que dominó la vida cotidiana de todo el planeta debido a la pandemia de Covid-19 a lo largo del año 2020 estableció nuevos parámetros de convivencia, con el aislamiento o distanciamiento social como una de las premisas para la contención del contágio. Ante un escenario de imposibilidad de contactos cara a cara, en prácticamente todos los ámbitos de las relaciones sociales e interpersonales (familiar, profesional, educativo), las soluciones tecnológicas, mediáticas y digitales han tomado definitivamente la delantera en los procesos de comunicación. Este artículo discute esta agenda de aceleración tecnológica a partir de un contrapunto esencial para su efectividad en nuestro país: el 18% de los hogares brasileños no tiene acceso a Internet, según datos de la encuesta TIC-2021. Esta cifra corresponde a 35,5 millones de personas que no están conectadas a la red mundial y para las que la barrera es el elevado precio que los operadores cobran por el servicio. Los problemas estructurales de la "vida real" se reflejan claramente en la "vida virtual", aumentando las desigualdades y reforzando la exclusión digital de los ciudadanos que ya viven un proceso de disyunción social.  Al rescatar la teoría del actor-red, de Bruno Latour, que discute el espacio-red y su transformación a partir de las relaciones entre humanos y nos humanos, lo que se pretende es dialogar con el concepto de Folkcomunicación a partir de las concepciones de activismo mediático traídas por Osvaldo Trigueiro, para entender cómo este último puede ser una vía alternativa para algún tipo de acceso a esta masa "desconectada" de la población brasileña.