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in Práxis Educativa
Pierre Bourdieu: por una sociología sobre el Estado y las políticaseducativas
Resumen:
En este artículo, se presentan algunas ideas sobre el Estado y las políticaseducativas materializadas en la obra de Pierre Bourdieu. Con y/o contra elpensamiento de Karl Marx y Max Weber, Emile Durkheim y Talcott Parsons, NorbertElias y Louis Althusser, la teoría social bourdieuana construyó una arquitecturaconceptual que permite comprender el papel del Estado y las políticas sobreeducación en la producción/reproducción del orden social.
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Introducción
En este artículo, se presentan algunas ideas sobre el Estado y las políticaseducativas materializadas en la obra de Pierre Bourdieu. Con y/o contra elpensamiento de Karl Marx y Max Weber, Emile Durkheim y Talcott Parsons, NorbertElias y Louis Althusser, la teoría social bourdieuana construyó una arquitecturaconceptual que permite comprender el papel del Estado y las políticas sobreeducación en la producción/reproducción del orden social.
No se tiene por finalidad la exposición exhaustiva de fragmentos discursivos de lateoría sociológica bourdieuana, que reenvían al Estado y las políticas educativascomo objeto de estudio. Tan sólo se pretende la mostración de algunas ideasy conceptos, recursivas y circulares para el abordaje de estaproblemática. En un movimiento intelectual de apertura (y no de cierre) que invita anuevas y otras posibles lecturas.
Estado
Según Bourdieu (2015), el Estado detenta elmonopolio de la violencia física y simbólica legítimas. Y no sólo los poderesconcentrados atribuidos al ejercicio de sus instituciones coercitivas: el rasgocentral enfatizado por la sociología de Weber(1993 y 2008).
Dotado de poder (y autoridad) simbólicas para construir lo real social a partir de lanominación oficial de las cosas del mundo social, y bajo la forma de sistemassimbólicos que fundan la doxa y el reconocimiento (sin conocimiento) de todos losciudadanos (BOURDIEU, 2006a), el Estado añadea la fuerza física y económica los usos eficaces del sentido para el refuerzo de lasrelaciones de dominación en las sociedades modernas (BOURDIEU, 2015):
El poder simbólico […] [es] capaz de producir efectos reales sin gasto aparente deenergía (BOURDIEU, 2006a, p. 71 y 72).
Además de la concentración del poder de fuego, el Estado (y sus agentes y agencias)dispone del lenguaje autorizado (por compulsión, escrito) para el establecimiento delas categorías del espacio y el tiempo (BOURDIEU,2015), y de los usos cultos de la lengua legítima (BOURDIEU, 1999a). Modela las formas simbólicas de lamasculinidad y la feminidad (BOURDIEU, 2000);refuerza con ritos de institución las estéticas de la distinción y la vulgaridad enlas sociedades de consumo (BOURDIEU, 2006b y2015); orienta las coordenadas del centroy la periferia de los mercados inmobiliarios (BOURDIEU, 2005); promueve la percepción y el uso dominante de las artes(espacios, obras y artistas) (BOURDIEU; DARBEL,2004; BOURDIEU, 2010); consagra alos brillantes herederos de las escuelas de elite (BOURDIEU; PASSERON, 2004; BOURDIEU,2008 y 2013), y marca el destinosocial de los infortunados de las urbanizaciones francesas en sus pasajes por lasinstituciones educativas devaluadas de los suburbios (BOURDIEU, 1999b):
Cerebro social de las representaciones colectivas, tal como sostenía Durkheim (1950), y entendidas como sistemas declasificación basados en categorías dicotómicas (DURKHEIM, 2013), el Estado, según Bourdieu (2015), es el productor/reproductor y responsable primero de lainculcación de esos principios de visión y división en los agentes sociales a travésde los procesos de socialización primaria y secundaria desplegados en el marco delas instituciones de la Familia y la Escuela (BOURDIEU; PASSERON, 2001 y 2004).Unos principios elementales reforzados también por los medios de comunicación (BOURDIEU, 2003a).
La doble existencia de estas categorías producidas por el Estado, en la objetividadde los campos1 y las disposiciones de loshabitus, es decir, como estructuras estructuradas y estructurantes de las prácticassociales permite a Bourdieu (2006a y 2015), recuperando algunas ideas de Durkheim (2013) y agregando el ligamento delorden gnoseológico, explicar los mecanismos de integración lógica y moral del mundosocial. Las correspondencias entre las estructuras objetivas y las estructurassubjetivas (mentales y corporales), según Bourdieu(2006a, 2007 y 2015) y Bourdieu y Wacquant (2005), generan un sistema de comunicacióncompartido entre los miembros de la sociedad: una unión de esquemas de percepción,apreciación y acción sobre la realidad social que, aún en situaciones de conflicto,reproducen (consciente e inconscientemente) una superficie discursiva mínima deacuerdos (pensamientos, conocimientos, ideas, valores):
Si ampliamos esta definición, podemos decir que el Estado es el principio deorganización del consentimiento como adhesión al orden social, a los principiosfundamentales del orden social, que es el fundamento necesario no sólo de unconsenso sino de la existencia misma de las relaciones que conducen a un disenso(BOURDIEU, 2015, p. 15 y 16).
Pero el Estado también produce/reproduce una arbitrariedad cultural dominante2 que refuerza las estructuras sociales, susjerarquías y desigualdades entre grupos y clases (BOURDIEU; PASSERON, 2001 y 2004). Si bien los campos culturales poseenuna autonomía relativa respecto a las estructuras económicas, cierto es también quelos une la dependencia relativa (BOURDIEU; PASSERON,2001 y 2004). Estamos en estepunto, en última instancia y más allá de las sutiles diferencias entre autores, enel terreno de la tradición intelectual abierta por Marx (2014), y de la representación del Estado fundamentalmente comoreproductor de las relaciones desiguales de la economía y la sociedad capitalistas através de un sistema de ideas o ideología de clase (dominante):
El Estado construye e inculca, entonces, unos sistemas simbólicos legítimosconstituidos como principios de clasificación que son interiorizados en los sujetosde diversos grupos y clases sociales por el ejercicio de la violencia simbólica4 y a través de un Trabajo Pedagógico (TP) quenuclea Acciones Pedagógicas (AP) realizadas por agentes específicos en lasrelaciones pedagógicas familiares (asistemáticas) y escolares (sistemáticas) (BOURDIEU; PASSERON, 2001). Generando unoshabitus5 individuales, que son a la vez degrupo y clase porque son producidos por las posiciones en el espacio social, yfuncionan como estructuras estructuradas y estructurantes de las diferentesprácticas sociales, y de las representaciones legítimas de la realidad (BOURDIEU, 2006b, 2007, 2015; BOURDIEU; WACQUANT, 2005).
Estado y políticas educativas
La operación significativa de la teoría social bourdieuana no radica en la elecciónexcluyente de las reflexiones de Weber, Durkheim y Marx, sino en el uso riguroso yla amalgama creativa de estos autores y tradiciones intelectuales. Pero tambiénreside en las apropiaciones intelectuales de otros autores, teorías, ideas yconceptos clave del campo de las Ciencias Sociales, tales como elestructural-funcionalismo parsoniano, el estructuralismo marxista althusseriano y lasociología elisiana. En un movimiento intelectual continuo de aceptación y/odistancia de estas corrientes de pensamiento sociológico.
Así, el Estado en la sociología de Pierre Bourdieu no sólo concentra con legitimidadla violencia física y simbólica (porque la Sociología no empieza ni termina en/conWeber, y el intelectual francés reconoce que Elias,2009 demostró la eficacia de la violencia simbólica como condición deposibilidad para la posesión del monopolio de la fuerza física), sino también laconstrucción de sistemas de clasificación fundados en categorías de percepción,apreciación y acción que generan el conformismo lógico y moral sobre el mundo socialal establecer correspondencias entre las estructuras objetivas y subjetivas.Suturando sentidos y construyendo sistemas de comunicación compartidos por todos losmiembros de la sociedad, que aún en situaciones conflictivas permiten el desarrollode las disputas en los campos sobre un piso mínimo y común de significados yprácticas. Con y más allá de Durkheim…
Sin embargo, esa cultura que une y comunica y es producida fundamentalmente por lascategorías estatales, es también la que separa y consagra esas diferencias ydistancias materiales y simbólicas, dado que las sociedades capitalistas estándivididas en grupos y clases según la distribución (desigual) de bienes económicos yculturales que, en última instancia, el Estado y su producción discursiva legitima.Porque, para la sociología bourdieuana, el Estado y el orden social es conflicto yno un constructo con tendencias hacia la armonía: un posicionamiento intelectual enfranca oposición a las ideas de equilibrio y homeostasis del sistema socialsostenidas por el estructural-funcionalismo de Parsons (1999). Pero tampoco constituye un entramado de aparatos, en elsentido dado por Althusser (1988), ya que el"ente moral" es un meta-campo que contiene disputas contextuales entre agentes yagencias por la imposición de las definiciones sobre las formas del ejercicio delmonopolio legítimo de la violencia física y simbólica, comprendidas como lascapacidades para establecer normativas coercitivas y regulatorias sobre lasprácticas sociales en el marco de los contextos nacionales.6 Contra Parsons, con Marx, pero lejos de los reduccionismoseconomicistas y funcionalismos marxistas:
Es que el Estado, según Bourdieu (2015), tieneun papel destacado en la producción/reproducción simbólica del orden social: es el"geometral de todas las perspectivas". Selecciona, articula y construye sobre lospuntos de vista particulares el "buen punto de vista" (con pretensiones dereconocimiento o validez universal). Y, para ello, se vale de las comisiones deexpertos: cuerpos de especialistas también investidos del poder simbólico delEstado, que transforman el/los puntos de vista parciales en principios universalesque ocultan las marcas de la historia y el poder. Exhibiéndolos como verdadesoficiales y neutrales, al esgrimir los fundamentos de su existencia en la producciónde conocimiento científico o especializado, presentada como libre de lascontingencias, intereses y conflictos coyunturales:
El Estado, entonces, a través del sistema de enseñanza y sus políticas educativascontribuye al refuerzo de la legitimidad de su monopolio de la violencia simbólica;introyecta unas estructuras cognitivas, corporales y evaluativas (principios declasificación) que promueven la integración moral y lógica del mundo social en tantosistema de comunicación compartido por todos los miembros de la comunidad; y porefectos de esta integración, y en estrecha relación con el capital culturalfamiliar,7 reproduce lasdiferencias/distancias materiales y simbólicas entre los grupos y clases sociales:las desigualdades de origen (BOURDIEU; PASSERON2001 y 2004; BOURDIEU, 2006a,b y2015). Pruebo de ello, los juiciosdiferenciales emitidos y asignados según la posición social por la Escuela y laUniversidad, y la traducción de esos veredictos en los títulos educativos, queoperan como capital cultural institucionalizado y funcionan con suposesión/desposesión como signos de nobleza y estigmatización culturales, y al mismotiempo como valores de cambio (graduales) en los mercados (BOURDIEU, 2003c, 2006b y2013):
El efecto mejor encubierto, sin duda, de la institución escolar, [es] el efecto queproduce la imposición de titulaciones, caso particular del efecto de asignación deestatus, positivo (ennoblecimiento) o negativo (estigmatización), que todo grupoproduce al asignar a los individuos a unas clases jerarquizadas (BOURDIEU, 2006b, p. 20).
En Argentina (y como hipótesis, también en otros países de América Latina), el Estadoselecciona un conjunto de conocimientos especializados producidos por agentes yagencias del campo educativo local, que a su vez generan esos saberespolítico-pedagógicos a partir del ejercicio de múltiples usos y apropiacionesintelectuales predominantemente de autores, teorías y conceptos de los campos de lasCiencias Sociales y Humanidades europeas y norteamericanas, para la producción yreproducción de las políticas educativas (AMAR,2016). Estos usos y apropiaciones intelectuales específicos estánsignados por el eclecticismo (AMAR, 2016),dado que las ideas (y políticas educativas), según Bourdieu (2006c), viajan y son recibidas en campos ajenos al de sucreación originaria, y muchas veces son reorientadas por sujetos e institucionessegún sus pasiones, deseos, intereses y estado de fuerzas relativas en las disputascomprometidas por las formas de poder cristalizadas en/por los microcosmos foráneos.Incluso por las "fuerzas de no-recepción" (la negación del saber, el "odio a laverdad", el conocimiento por frases o slogan).
De esta manera, lo universalmente válido/validado por el Estado en sus políticaseducativas bajo el nombre del interés público y el buen punto de vista, quedadevelado en la sociología bourdieuana como una construcción situada de poder. Comouna configuración atravesada no sólo por el resultado de las luchas y demandashistóricas en los campos educativos, sino también por las contiendas e influenciasejercidas por las esferas políticas, económicas y culturales sobre aquello quemerece ser problematizado por la educación institucionalizada. Dado que el Estado esuna estructura multiforme y compleja, con disputas entre agentes y agencias endiversos microcosmos por el establecimiento de formas específicas de poder, y no elcomité unificado y totalmente articulado de la clase dominante: unas ideascompartidas con Foucault (2016), y quepermiten pensarlo, parafraseando a Voloshinov(2009) sobre el lenguaje verbal, como una arena privilegiada de ofensivasy contraofensivas entre grupos y clases por el dominio de la acentuación(ideológica) de los signos. Pero no sólo de los lingüísticos…
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Introducción
Estado
Estado y políticas educativas